La materia se manifiesta en varios niveles de vibración, en varios
estados y frecuencias.
Y para interactuar con cada uno de estos niveles
substanciales, el Alma emplea determinados vehículos con el objetivo de
adaptarse al medio sobre el que quiere influir o con el cual desea interactuar
para su evolución.
Del más denso (bajo en vibración) al más sutil (elevado en
vibración), son cuatro, llamados físico, astral, mental y etérico superior, que
cuentan con las siguientes características:
CUERPO FÍSICO.
Corresponde al cuarto cuadrante de la materia y al elemento Tierra
en el microcosmos; y como tal, las asociaciones de este elemento también son
aplicables a este vehículo, siempre y cuando sean adaptadas al contexto del que
se trate, claro está. De esto se sigue que, al igual que los otros elementos
asientan sus fuerzas y las manifiestan a través de la tierra, influyendo sobre
ella y sirviéndose de ella para lograr su acción y proyección, así los otros
vehículos se sirven del físico para manifestar su acción en el nivel que a éste
le es propio:
Es su vehículo de experimentación, expresión y manifestación
en la realidad objetiva de tercera dimensión.
Entonces, siendo el más denso de los cuatro cuerpos
inferiores o materiales, el cuerpo físico también es el vehículo de las
sensaciones, que son traducidas en impulsos nerviosos por medio de los órganos
de los sentidos.
Pero estos mecanismos son principalmente automáticos, como
resultado de un acto reflejo, mientras este vehículo denso no reciba la
influencia de los vehículos superiores, ya que la conciencia que le es propia
es la instintiva.
No obstante, la parte de la psique encargada de vigilar sus procesos
y funciones, teniendo todo cuidado en su fisiología interna y en los sutiles
mecanismos químicos que tienen lugar en su estructura, es la subconciencia
(puente entre el inconsciente y la conciencia), y por medio de ella, el cuerpo
mental controla todos los procesos, reacciones, etc., detrás de la conciencia
de uno mismo, y los procesos se llevan a cabo de forma apropiada.
La interface que recibe las impresiones de la mente y las
traduce al “lenguaje” del cuerpo físico es el cerebro.
Por medio del hemisferio derecho transmite el pensamiento
no-lineal o ramificado, la intuición, la creatividad, y los procesos del
pensamiento abstracto, así como los medios de los que la intuición se sirve;
entonces, el hemisferio derecho es femenino o lunar, gobernando las
características femeninas en él.
Por otro lado, la mente transmite el resto de las impresiones por
medio del hemisferio izquierdo, que es el del pensamiento lógico o lineal, el
de los procesos del pensamiento concreto, el intelecto y la razón (el
raciocinio) y los medios de los que ambos se sirven para ser funcionales…por lo
tanto, este hemisferio es solar o masculino.
Sin embargo, cuando ambos hemisferios funcionan en equilibrio
adecuado, tenemos el gestalt de la evolución del cerebro, y el 10% calculado
por los científicos, que es el porcentaje del cerebro en uso activo por la
generalidad de los individuos que conforman la especie humana, se eleva a la
potencia N y así le abre al ser las posibilidades para que entre en las
regiones más profundas de la mente y pueda recibir las impresiones que le
vengan de ahí y traducirlas en expresiones en el mundo físico.
EL CUERPO ASTRAL
El cuerpo astral interactúa con el físico vía las glándulas de
secreción interna que son las contrapartes físicas de los centros energéticos
siderales, y éstas son: glándulas sexuales y coccígea para el centro raíz; el
bazo para el centro esplénico; el páncreas y las suprarrenales para el centro
del plexo solar; la glándula timo para el centro cardíaco, que es la que mantiene
activo el sistema inmunológico; las glándulas tiroides y paratiroides para el
centro laríngeo; la glándula pituitaria para el centro del tercer ojo; y por
último, la glándula pineal, correspondiente al chakra de la corona.
Además, la psique interactúa con el físico influenciando ambos
lados de éste, si lo analizamos en cuadrantes.
La mente inconsciente influye sobre el lado izquierdo del cuerpo y
la conciencia sobre el lado derecho; la zona de la cintura para arriba
corresponde a la conciencia y de la cintura para abajo al inconsciente.
De ahí que sea el hemisferio izquierdo del cerebro el que controla
el lado derecho del cuerpo y el hemisferio derecho el que controla el lado
izquierdo.
El vehículo etéreo inferior interactúa con el cuerpo físico
gracias a la respiración y por medio del aire, que es el medio de propagación
del Piana o fuerza vital más densa, ya que las dos capas más sutiles del
oxígeno son las portadoras de este tipo de energía vital.
EL CUERPO ETÉRICO
Por último, el cuerpo Etérico superior, no sólo interactúa con el
físico, sino que sostiene su forma relativamente estable, ya que la materia
física está libre de fluctuaciones muy rara vez, aunque éstas no sean visibles
o notadas por la conciencia mientras ocurren.
Entonces, el cuerpo Etérico superior interactúa con el físico por
medio del vehículo que le transmite a este último las dos clases de éter
superior: la sangre, que es el asiento micro cósmico de la primera materia, y
el material básico del cuerpo físico.
Tomando en cuenta este descubrimiento, ahora el mito de los
“VEMPIROS” es menos obscuro para nosotros si lo analizamos desde este punto de
vista.
Entonces, como hemos visto, a través del cuerpo físico se
manifiestan las energías de los demás vehículos que le son superiores en
vibración; y por ello, está subordinado a la acción de ellos.
Conformado por energía condensada en la materia física que abarca
las tres dimensiones, cuenta con los llamados cinco sentidos (vista, oído,
olfato, gusto, tacto) para interactuar con el ambiente y el entorno en el cual
se desenvuelve, y con órganos que traducen los estímulos externos en las
cualidades y los mecanismos propios de ser traducidos en sensaciones por esos
cinco sentidos.
Está constituido por sistemas y aparatos (nervioso, circulatorio,
inmunológico, respiratorio, digestivo, excretor, endocrino, reproductor) que
regulan sus funciones orgánicas y fisiológicas, los cuales mantienen
comunicación entre ellos, y los diversas partes de un sistema (órganos) también
sostienen una comunicación, hasta cierto punto interdependiente, entre ellas.
Estos órganos, a su vez, están conformados por células especializadas para cada
uno, y ellas están constituidas por moléculas, por átomos, por partículas
subatómicas.
En apariencia, este vehículo denso tiene una forma definida,
aunque esto sólo es una ilusión de los sentidos.
Las células siempre están en proceso de regeneración,
por lo cual el cuerpo físico está en un estado de perpetuo cambio. Sin embargo,
a pesar de lo anterior, siendo la materia de la que está constituido poco
moldeable, este vehículo apenas experimenta cambios efectuados directamente por
la conciencia individualizada de su poseedor, la cual rara vez interactúa con
él para transformarlo, excepto, claro, cuando se siguen ciertas disciplinas
como lo es la Alquimia ,
el Yoga, etc. La mayoría de los cambios y fluctuaciones que este vehículo
experimenta en su materia son debidos a la acción del medio ambiente, del
entorno, etc. Un claro ejemplo de esto es su constitución fenotípica, la cual
es resultado de la interacción entre el ambiente y el genotipo propio de la
especie en cuestión.
Por último, debemos agregar que su materia está sujeta a las
influencias eléctricas, magnéticas, químicas y a los impulsos nerviosos. La
energía que maneja es la mecánica, principalmente; aunque, como ya hemos visto,
es el asiento de todo un cúmulo de energías de distintas clases, interactuando
armónicamente unas con otras.
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