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MEZQUINDAD
Consejo de los Ángeles:
La mezquindad es espantosamente fea
La mezquindad es un rasgo distintivo de los seres humanos, que no podemos imaginar en otras especies. Es la tendencia a ocuparse de lo trivial, un pasatiempo que a los ángeles les parece absolutamente aburrido. Hay, incluso, otras definiciones menos respetables, como “estrechez de miras” o “malevolencia y rencor”. Es fácil caer en ella sin darnos cuenta, pero lo hacemos con demasiada frecuencia; nos dejamos llevar por las cosas insignificantes y permitimos que nos amarguen el día, nos concentramos en nosotros mismos y descuidamos los sentimientos de los demás. La mezquindad se concentra sobre todo en las deudas; el mezquino es esa persona que siempre está echando cuentas de lo que deben y que nunca olvida aquel préstamo que dio o aquel favor que hizo, probablemente a regañadientes, para que se lo devuelvan. Los ángeles preferirían que fuéramos capaces de distinguir lo que es realmente importante de lo que sencillamente un reflejo del ego. La mezquindad no es precisamente un rasgo de triunfadores, sino una característica que sólo se permiten los fracasados. Puede que cuando hacen las cuentas se crean los vencedores de esa guerra estúpida que sólo ellos declaran, pero, en realidad, han perdido el respeto de las personas que los rodean y la oportunidad de disfrutar de unas relaciones genuinas y plenas.
¿Conoces a alguna persona mezquina? ¿Te gusta estar a su lado? ¿Hay algún problema en tu vida que sea el resultado de una perspectiva mezquina? ¿Cuáles son esas quejas mezquinas que te ponen contra la pared? Cuando te sientas tentado a comportarte mezquinamente, acércate a los ángeles para no caer en ello. Intenta ir más allá de los confines de tu mente y abrirte al inmenso espacio de la conciencia.
Meditación de los Ángeles:
Intento mantener el objetivo de mi corazón y mi mente en su mayor ángulo de apertura
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