No existen casualidades. No pueden existir porque no existe la Ley de la Casualidad. No hay sino leyes exactas llamadas Principios, porque son inmutables. El Principio de Polaridad fija lo que haces y dices en uno de los dos polos, positivo o negativo. Es decir, que lo que piensas, dices o haces, es positivo o negativo. No existe un tercer polo. Si piensas o hablas mal de alguien, es negativo. Lo has sembrado en polo negativo. Si criticas, serás criticado; si dañas a alguien o a algo, serás dañado o algo tuyo sufrirá un daño; si eres injusto, duro, esa injusticia se te devuelve igualmente esa dureza. Esas causas que siembras tienen que dar su fruto en efectos, antes de que quedes liberado. Si siembras discordias, tienes que recoger discordias; si siembras bondad, amor, ayuda, tienes que recoger bondad, amor, ayuda.
¿Cómo puede la gente seguir creyendo que pueden impunemente ser crueles, calumniadores, malhumorados, violentos, mezquinos y esperar tener salud, amor, fortuna, felicidad, es decir, todas las cosas buenas de la vida, si sólo siembran cosas malas? El mundo entero se lo pasa enviando odio, egoísmo, discusiones, pleitos... y recogen la cosecha en confusión, caos, guerras y molestias de todas las clases.
No siempre se puede devolver la cosecha inmediatamente. El planeta Tierra tiene una cantidad enorme de deudas acumuladas, de todo el mundo, y se desahoga por donde puede, en tempestades, ciclones, terremotos, desastres marinos, derrumbes, inundaciones, erupciones volcánicas, etc...
De Conny Mendez
Metafisica 4 en 1
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