AJUSTAR CUENTAS
Consejo de los ángeles:
Las cuentas sólo se ajustan con nosotros mismos
Ajustar cuentas con alguien es un mal asunto, que nace de un complejo de culpa o inferioridad, el cual, a su vez, procede de la impotencia y el victimismo. Por lo general, ocurre lo siguiente: permitimos que los demás nos hagan daño y luego, en vez de afrontar con sinceridad la situación, nos retiramos a un rincón, llenos de ira, aplicando a las heridas el bálsamo de las fantasías de venganza. Ajustar cuentas tendría sentido si nos diera auténtico valor, ya que, al final, la ira puede ser un impulso creativo, como comprobamos en las historias de personas que han triunfado impedidas por un deseo irreprimible de probar que eran capaces de hacer algo a pesar de las críticas o de su propia condescendencia. El problema es que la venganza resulta siempre desproporcionada. Invertimos demasiados esfuerzos mentales en gente que no merece tanta energía ni tanto tiempo y que, probablemente, no aprenderá nada por mucho que nos venguemos. Los ángeles aconsejan que cada vez que pensemos en invertir nuestra valiosa energía en vengarnos de alguien, la canalices concediéndonos una dosis extra de amor y atención a nosotros mismos. Sólo así podremos calmarnos y ya tranquilos preguntarnos el por qué de nuestra ira y para qué puede servirnos. Si el enfado es contra nosotros por no vivir como deberíamos, podemos aprovecharlo no para hacernos daño, sino para aprender a ser más felices.
¿Deseas vengarte de alguien en particular? ¿Por qué? ¿Cómo te parece que podrías hacerlo? ¿Realmente adelantarías algo haciéndole sufrir? ¿No son tus metal últimas la satisfacción personal y la paz de espíritu?
Meditación de los ángeles:
Si soy feliz con mi vida, no necesito vengarme de nadie...
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