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No seques tus lágrimas
Déjalas que corran por tus mejillas
Permíteles crear una veta en tu rostro
para dejar que las aguas sanadoras fluyan.
Permite que las aguas laven tu piel
y laven tu rostro con seda.
Deja que te acaricien suavemente
y que te revelen, el corazón.
Permite que el agua caiga a la tierra,
y que de ahí crezca un árbol.
Deja que tus lágrimas fluyan desde sus profundidades
y ellas liberaran las semillas de tu alma.
No seas cuidadoso.
No te contengas
o seas adecuado o amable.
No seques tus lágrimas.
Siénteles el gusto en tus labios y
reconoce que hoy te has embellecido.
~ Jodie Senkyrik ~
de Medicina Poética por John Fox
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