La inteligencia consiste en saber cuándo comprometerse y cuándo mantenerse firme
El compromiso es un instrumento muy importante, porque no podemos tener todo lo que queremos y es necesario ajustar las expectativas y mostrarse flexible. En las negociaciones, el compromiso es esencial para asegurar a todas las partes la satisfacción de sus necesidades. La vida cotidiana no es más que una serie de compromisos: te apetece ir al cine, pero tienes que trabajar; quieres un cocho nuevo, pero tu hijo necesita ir al dentista; te apetece un trozo de tarta, pero quieres perder unos kilos. La capacidad de adoptar compromisos nos ayuda a no depender demasiado de nuestros deseos y a explorar otras alternativas de gratificación. Sin embargo, el compromiso no es bueno cuando afecta a las cosas no negociables, tales como los valores, la salud o la felicidad, y los ángeles desean que tengamos el valor de defender esas cosas sagradas que nos definen como seres morales y espirituales.
¿En qué aspectos de tu vida te comprometes? ¿Son compromisos razonables y sanos? ¿Te “sientes” comprometido, es decir, forzado a tomar posiciones que van contra tus intereses y tus deseos más intensos? Examina el papel que desempeña el compromiso en tu vida. Si tienes la tendencia a no comprometerte con las cosas que son apropiadas, deberás examinar también por qué necesitas salirte siempre con la tuya y decir la última palabra.
Meditación de los Ángeles:
Me comprometo en interés de la paz, no de la tiranía
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