Entienda que no es el único, ni el primero ni el último.
Aprenda a comprenderlo y amarlo tal como es.
La mayoría de los padres no está preparado para oír: “Mamá, papá, soy homosexual”. Su primera reacción es de incredulidad, de culpa y de culpar. Luego viene la pregunta ante lo real del hecho: “¿Cómo podré enfrentarlo?”
Espero que estas notas (y los cuatro documentos adjuntos) os ayuden a comprender mejor la sexualidad de vuestro/a hijo/a, y lo que esto significa para la relación futura con él/ella. Y ante el hecho que ya parece una realidad, una de las primeras preguntas que nos hacemos, es acerca de una hipnosis o un tratamiento psicológico que permita reprogramarlo en lo que “debe ser”.
¿Se puede transformar a un homosexual en heterosexual?
Para comenzar a ponernos de acuerdo en tan espinoso tema, te ruego me respondas si las cebras son animales negros con rayas blancas, o animales blancos con rayas negras.
¿Si te fuese dado el poder suprimir la pinta que no corresponde con una cebra que tú consideras “normal”, cuáles rayas cambiarías? ¿Le pintas de negro las blancas?… ¿o cubres con blanco las negras?
La gran mayoría de la humanidad, hemos aceptado desde tiempos de Aristóteles y Platón que somos unidad de alma y cuerpo (y posiblemente también de un periespíritu, como propuso el francés Allan Kardec en 1857). Esto equivale a decir que somos la manifestación de algo intangible -pensamientos, emociones y sentir- a través de un cuerpo material. En términos de informática, somos un sistema operativo que necesita de los dispositivos para funcionar. Los órganos del cuerpo operan de tal o cual manera en respuesta a las señales eléctricas y bioquímicas que le envía el cerebro... en respuesta a unos procesos mentales (sentimientos, ideas, deseos, odios, culpas, etc.) que son invisibles, intangibles y que parecen no ocupar espacio.
¿Es más importante la identidad genital que llevamos entre las piernas…? ¿O lo es la identidad sexual que llevamos en la mente? La sexualidad corporal llega por azar del destino, pero la psicosexualidad es algo que se siente que es desde el nacimiento, o que se puede elegir voluntariamente posteriormente por múltiples causas.
Si fueses un cirujano-hipnoterapeuta y te llega un paciente "enfermo", porque tiene cuerpo de hombre pero piensa, actúa, ama y se expresa como mujer, ¿le corriges la estructura anatómica para que concuerde con sus emociones? ¿O le programas sus emociones para que coincidan con los genitales de su cuerpo?
Como puedes ver, la respuesta no es fácil, porque no sabemos quién tiene a quien. No podemos generalizar y decir que aquellos que no piensan como heterosexuales son enfermos. Cada caso es individual. Uno puede ser así por herencia genética, pero otro lo puede ser por falta de la figura paterna o materna que lo hubiese ayudado a descubrir su natural personalidad. Incluso, abusos sexuales en la niñez marcan para siempre el rumbo de la identidad sexual futura en el adulto.
Nadie que se tilde de terapeuta responsable está en capacidad de determinar cuál expresión o manifestación sexual se debe eliminar de un sujeto que tú crees que está "enfermo". ¿Le modificamos su programación mental, lo que él siente que es, o le alteramos la conformación anatómica corporal, lo que nosotros vemos que es? No le pongamos rótulos o etiquetas que lo marquen; ojalá evitemos señalar que éste o aquella es gay o lesbiana. Simplemente aceptemos que son seres que sienten, piensan y actúan diferente al común de las personas.
En mi caso, cuando a la consulta me llega un paciente que dice tener conductas gay o lesbianas, trato de identificar las causas que lo motiven a ello y le pregunto qué desea. En casi todos los casos la respuesta es unánime: ayúdeme a sanar los sentimientos de culpa, ayúdeme a aceptarme tal como creo que soy y que quiero ser.
Aurelio Mejía Mesa
amejiamesa@gmail.com
Medellín, Colombia
Excelente artículo. Felicitaciones.
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