TACAÑERÍA
Consejo de los ángeles:
Era un hombre tan tacaño que obligó a su hija a casarse en el corral
para que los pollos se pudieran comer el arroz
Chiste popular
¿Quién no ha tenido el dudoso placer de encontrarse con personas tacañas? Son almas desgraciadas que viven en un estado constante de privación como resultado de su pobreza mental. Son acumuladores obsesivos que no se gastarían una peseta en sí mismos ni en los demás. Muchas veces los avaros atesoran montañas de dinero porque son expertos en amontonar sin gastar. Pero, por desgracia, su dinero no sirve para nada porque son incapaces de disfrutarlo. Todos conocemos a personas ricas que llevan durante años la misma ropa vieja hasta que se cae a trozos, que aprovecha la cuerda de los paquetes varias veces o que se pasan la vida buscando el mejor precio. Una vez conocí a un millonario que se recorría la ciudad de arriba abajo buscando una gasolinera donde el combustible fuese algo más barato. El problema esencia de los tacaños es que no valoran la vida y, por tanto, los demás no les valoran a ellos. Son el polo opuesto de los ángeles, que derrochan generosidad y abundancia donde quiera que van.
¿Conoces a alguna persona tacaña? ¿Te merece la pena seguir siendo su amigo cuando tienes la sensación de que siempre acabas dando tú, mientras él sólo recibe? ¿Te produce ansiedad gastar dinero? Existen diferencia entre la frugalidad y la tacañería. Si te cuesta gastar dinero para divertirte o para que se diviertan los demás, piensa para qué te servirá haber acumulado una pila de dinero cuando llegue tu hora. Entonces no habrá nada más que el peso de la muerte.
Meditación de los ángeles:
Compartiendo mi riqueza, enriqueceré el mundo
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