FRUNCIR EL CEÑO
Consejo de los ángeles:
“Ilumina tu cara con alegría, esconde cualquier huella de tristeza, a pesar de que sientas que se escapa una lágrima. Debes seguir intentándolo, sonríe, no llores y descubrirás que la vida todavía vale la pena sólo con sonreir, sigue adelante y sonríe”
CHARLIE CHAPLIN, JOHN TURNER Y GEOFFREY PARSONS
Piensa durante un momento en una cara humana. Piensa en la cantidad de información que puedes obtener a través de una expresión facial. Fruncir el ceño es una de esas expresiones que suenan como lo que realmente son. Cuando alguien hace ese gesto, es fácil captar el mensaje de que no está a gusto en su cuerpo. Tómate un momento y frúncelo a propósito: ¿a que surge en tu interior el desagrado? Piensa en alguien que haga a menudo este gesto. ¿Qué está expresando? Ahora, cambia de mueca y sonríe de verdad. Una sonrisa transmite a los demás una percepción completamente diferente. Es la señal de que todo va bien en ese momento y de que el alma y el espíritu resplandecen en el rostro. Los ángeles nos hacen sonreír.
Una de las mejores características del rostro es su facilidad para cambiar de expresión. Incluso cuando uno está triste o llora, es posible sonreír. No somos seres estáticos. Podemos sentir muchas cosas simultáneamente. La próxima vez que estés decaído y enfadado, alza el rostro y sonríe. Aunque no tengas ninguna razón para hacerlo, inténtalo de todas formas. Piensa en los ángeles y oblígate a sonreír, al menos, una vez cada hora; tu vida cambiará.
Meditación de los ángeles:
Iluminaré mi rostro con el amor de los ángeles
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