La Muerte y más allá de la muerte 2/2

El conocimiento de la muerte te hace inmortal. Es incorrecto hasta decir que “te hace inmortal”. El conocimiento te permite percibir que eres inmortal. ¿Ves la diferencia? Ya eres inmortal. Algo en ti no muere jamás. Debes de haber notado que cuando miras a la gente te parece que han envejecido, sin embargo no sientes que tú hayas envejecido. Si estás en un estado mental normal, aún teniendo ochenta años de edad, jamás sientes que has envejecido. Para los demás podrás parecer muy viejo, pero bien dentro de ti no sientes jamás que has envejecido.

¿Has notado que algo en ti no cambia? No nos damos cuenta. Estamos tan ocupado atrapados en nuestras actividades que no nos tomamos el tiempo para notar u observar la verdad que somos. La vida es un círculo. La muerte trae el nacimiento y el nacimiento conduce a la muerte.

La muerte tiene que ser celebrada, no llorada. Por supuesto que cuando muere un ser querido sientes mucha pena y tristeza porque alguien que hasta recién caminaba y hablaba contigo de repente se fue. ¿Dónde está? ¡En ninguna parte! Sólo está el cuerpo pero la persona no es el cuerpo... ¿A dónde se fue el alma?

Aún hoy en la India existe una costumbre muy antigua. Cuando alguien muere, la familia tienen autorización para llorar y hacer duelo solamente durante los primeros diez días. El onceavo día tienen que celebrar. Los antiguos sabios que iniciaron la tradición conocían muy bien la mente humana. Hay profesionales del llanto que se contratan para los velorios. Se les paga y vienen a llorar y gritar. Cuando se las ve y se las oye hacer esto hasta aquellos cuyas emociones están más aplacadas y bloqueadas, comienzan a llorar. Se trata de hacer salir todas las lágrimas de tu interior, toda la pena. La pena tiene que ser vivida pero luego hay que deshacerse de ella. No hay que reprimirla. Estar diez días atravesando la experiencia de tristeza o la angustia total estaban permitidos pero nada más que diez. Durante aquellos días no había que realizar ninguna otra actividad social, ni rezar, ni acatar costumbres u obligaciones. Estabas libre de todo. Cuando alguien muere, se crea inmediatamente un vacío. Tienes que estar con ese vacío. Estando totalmente en ese vacío, sabes que tú también lo eres. El vacío está en tu vida, tú eres el vacío. Es vacío total. No solamente la muerte es vacío, la vida también lo es. Eso es Nirvana. Buda dijo que todo es vacío y el vacío es verdad. Las formas, los cuerpos físicos, no tienen existencia. La única existencia es lo que no tiene forma. Lo que no tiene forma es lo que gobierna las formas.

¿Tiene forma tu mente? ¿Algún diseño, color, sabor? Tu mente no tiene forma. La mente está más allá del sabor, la vista, o cualquiera de los cinco sentidos. No tiene forma.

¿Es la mente la que gobierna el cuerpo? Si la mente no estuviera en el cuerpo este no podría hacer nada. El cuerpo sin la mente estaría en posición horizontal bajo la tierra. Lo que no tiene forma gobierna tu vida. Gobierna el mundo. Y existe Algo sin forma aún mayor que rige toda la Creación. Y tú eres el centro de ese Algo sin forma, o como quieras llamarlo: Dios, Conciencia, No-Mente, Nirvana o Espíritu.

La muerte crea un vacío. Cuando alguien muere quédate completamente con ese vacío durante diez días y medita. La meditación ocurre automáticamente. La meditación es muy parecida al vacío. Durante la meditación te das cuenta que no eres solamente el cuerpo, eres más que el cuerpo. Eso aniquila el temor a la muerte.