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De acuerdo a las estadísticas oficiales, se estima que sólo en América habitan más de 80 millones de personas que se autodeterminan como mujeres afrodescendientes y que, si se nace negra se tiene un 90% de posibilidades de ser pobre y son pocos los países que contemplan políticas públicas en las que se consideren las condiciones, necesidades y características específicas de las mujeres negras.
Aún hoy sufren un racismo terrible que no se les permite reconocer los grandes valores de su cultura y sabiduría.
La otra razón de celebrar gustosamente este día es por el descubrimiento científico que se hizo en 1986, confirmado después con el análisis ADN de los seres humanos de todos los continentes: África es la cuna de la humanidad. Así es la conclusión del equipo investigador de James Wainscoat: ¡Todos y todas somos afrodescendientes! El primer grupo humano vivió en la región oriental de África que es hoy Etiopía, Kenia y Tanzania hace unos 150.000 años y luego se trasladó a Asia, Europa y las Américas hace unos 50.000 años.
En Argentina se celebró el 20 de julio con los Derechos Humanos de las mujeres afrodescendientes de nuestro país desde una perspectiva social, cultural y política. Mameto Kiamasí, de la Organización de Integración de la República Argentina señaló que “el fruto de aquel maltrato es el estereotipo, donde no sólo se las relega por su condición de mujeres sino por su fenotipo y color de piel como objetos de placer", a lo que exhortó: “no somos objetos sexuales sino seres pensantes".
Marita Perceval recordó que "las mujeres siempre hemos resistido... las Madres, las Abuelas... no pudieron asesinar la utopía", al subrayar que el camino de la organización de las mujeres afro es el indicado para generar conciencia en la población.
¡Negra soy, pero bonita!” dice el Cantar de los Cantares y así digo yo, negra, con ovarios. Feliz día a todas las mujeres que somos seres pensantes.
Beatriz Valerio
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