Los decretos son palabras dichas que con su manifestación producen algo. Ya que son poderosos deben ser utilizados correctamente y en provecho de toda la humanidad.
Un decreto es un ser viviente que nos socorre en momentos de crisis, nos proteje, nos envuelve y nos provee abundantemente todo aquello que pedimos. Su función es complacernos y a eso se dedica todo el tiempo. Un decreto no razona, por lo tanto es imposible que decretemos algo sin que eso manifieste. Tarde o temprano llega.
Cuando decretamos ponemos en movimiento todas las Leyes del Universo que rigen la provisión esto ocurre para precipitar de inmediato aquello que es requerido por el decretante. Si un decreto no se manifiesta de inmediato, la causa de la demora es del decretante. Dudar es un método infalible para lograr que algo no se manifieste, por lo tanto el decretante debe erradicar de sí toda duda.
Es curioso que, por lo general, los seres humanos decretan catástrofes y no generan la más mínima duda de que éstas habrán de suceder (claro está, con tanta fuerza, suceden), sin embargo, cuando se trata de decir que algo bueno ocurrirá, la duda de que eso suceda es puesta en práctica inmediatamente logrando, por supuesto, que no ocurra y dando pie a un (ya muy conocido) "Te lo dije". Quizas pienses: -"¿Pero cómo? ¿Todas las cosas malas o buenas son producto de mis decretos?, ¡No puede ser, si me pasan más cosas malas que buenas y todo lo que yo quiero es bueno!!!!"- Permíteme decirte, con muchísimo respeto y sin ánimo de ofenderte, que eso es asi. Cambia tu patrón de pensamiento y ya verás como todas las cosas, todas las experiencias, todos los momentos de tu vida cambiaran. Tal vez ahora sea cuando donde tu me digas: -"¿Y cómo lo hago?"- ¡Sencillo! Observando todo aquello que dices o haces sin juzgarte y cancelando todo pensamiento negativo que llegue. Cancelar es un proceso tan simple como decir, "te cancelo" sabiendo que ya está hecho.
Para que un patrón repetido por años, y hasta por varias encarnaciones, cambie debe ser observado y modificado por el ejecutante sin ser juzgado y en total quietud. Todos los patrones negativos se pueden sustituir por su opuesto. Ejemplo de esto es cambiar la tristeza por alegría, la escases por abundancia ect. Es imposible cambiar el miedo por belleza, pero sí por valentía; y hablando de miedo, este es el primer fantasma del que debemos salir. Cuando vencemos el miedo tenemos lo más del camino andado. El miedo es un enemigo que nos quita el poder de acción, pero es vencible.
Lo vencemos con el siguiente decreto:
"Yo no tengo miedo, Yo tengo Fé" ¿Y por qué Fé? Porque la Fé es Conocimiento, el Conocimiento es Valentía y el miedo es todo lo contrario.
Sólo sanamos cuando queremos sanar y no antes. Si estas leyendo esto en este instante te felicito porque has elegido sanarte y elevarte ante las situaciones que has vivido hasta ahora. Tú eres un Ser poderoso, ingenioso, amoroso, inteligente, ameno, agradable, armonioso, pacífico, maravilloso, luminoso, bello, perfecto e importante; no permitas que ningún pensamiento te diga lo contrario.
Observa tus pensamientos, porque el único modo de mantenerlos bajo control es sabiendo que ellos están ahí, y la única manera de saber que ellos están ahí es observándolos.
Hay unos decretos maravillosos que el Maestro Saint Germain irradió y que podemos utilizar:
"YO SOY mi autocontrol completo para siempre sostenido."
"YO SOY el Maestro Interno controlando y dirigiendo todos mis procesos de pensamiento en la perfección de mi YO SOY"
"YO SOY la Presencia que lo produce."
Suponte que compraste un terreno y que quieres sembrar maíz en él. Para conseguir tener maíz en la próxima temporada debes arar la tierra y preparla antes de sembrar la semilla. Una vez listo el terreno el proceso es sembrar, abonar e irrigar para que esas semillas germinen. El proceso es largo antes de obtener una mazorca de maíz, pero cuando estás en el campo realizando ese proceso, apenas notas que esto va ocurriendo, sólo vas al campo, haces tu trabajo y con el tiempo descubres que hiciste lo correcto pues ya estás recogiendo el fruto de todo tu trabajo. Así ocurre con nuestra vida, el momento actual es comparable a la compra del terreno, pero el día de mañana es igual al final de la temporada si trabajamos con aínco para lograr nuestra cosecha. Un terreno que se cultiva es perfecto, un terreno que no se cultiva es una finca llena de grandes posibilidades y anelante de manos que la trabajen. "Todo es según el cristal con que se mire" dice el dicho, esto significa que todo es elegible; yo elijo crecer, aprender, superar, perdonar, aceptar, cambiar, amar, sanar y entregar; ¿Tú qué eliges?
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