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COMPLICAR LAS COSAS
Consejo de los Ángeles:
La vida es ya bastante difícil, no hace falta complicarla más
¿Alguna vez has tenido la experiencia de complicar algo más de lo necesario? Muchas veces dificultamos las cosas, porque previamente esperábamos que fueran difíciles y esto ocurre porque nos sobrepasan. Entonces, la dificultad se agranda y su sombra nos acobarda. Cuanto mayor nos parece y más tardamos en hacerle frente, menores serán nuestros recursos, hasta que no nos quede más remedio que echar a correr. Pero cuando empezamos a comprender que es nuestra propia mente la que proyecta ese monstruo, podemos detenernos y pensar cómo hacer fácil lo que parece difícil, cambiando nuestra forma de verlo. Si, por ejemplo, tenemos por delante una actividad que no sabemos afrontar, como hacer la declaración de la renta o empezar una dieta, en vez de angustiarnos, adoptaremos una actitud de expectación positiva. Podemos decir: "Voy a convertir mi declaración en un hecho interesante; por ejemplo, cuando reúna todos los recibos, pensaré en los acontecimientos y las personas asociadas a ellos". O también: "Voy a convertir la pérdida de peso en un juego, buscaré los alimentos más apetecibles y en vez de sentirme privado de algo, me esforzaré en estar bien nutrido". Los ángeles saben que la vida no es fácil, entonces ¿por qué empeorarla cuando no es necesario?
¿Cuál es tu forma de complicar las cosas? ¿Adoptas actitudes negativas y derrotistas que inmediatamente te conducen al fracaso? ¿Tiendes más a la preocupación que a la confianza? Si tienes que hacer algo que consideras difícil, los ángeles te animan a que empieces ya, día a día, poco a poco, hasta que dejes de colocar obstáculos en tu camino y todo quede hecho.
Meditación de los ángeles:
No desvío mi camino, ni busco los problemas
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