APILAR LOS PLATOS
Consejo de los ángeles:
Si quieres hacer equilibrios con una pila de platos en la nariz, vete al circo
A veces la vida se convierte en una cosa de locos no sólo porque echemos demasiadas cosas en los platos, sino también porque apilamos una cantidad de platos que no podemos sujetar. Los deberes y las obligaciones nos agobian y nos parecemos a esos acróbatas chinos que sostienen una pila de platos en la nariz mientras andan en bicicleta y hacen juegos malabares con diez pelotas. Recordemos que el acróbata se prepara durante muchos años para adquirir esa precisión que le permite realizar sus malabarismos aparentemente imposibles. En nuestro caso, sin embargo, cuando intentamos apilar demasiados platos o jugar con demasiadas pelotas a la vez, podemos estar seguros de que se nos caerá todo de las manos, a no ser que tengamos ese sentido inherente del equilibrio que demuestran algunas personas capaces de mantenerse en un estado de intersección armoniosa. Del mismo modo que el centro de gravedad de la Tierra asegura que los planetas mantengan su curso y que los numerosos mundos del cosmos no colisionen, también nosotros debemos buscar un centro de gravedad para que no choquen entre sí los elementos dispares de nuestra vida y se produzca una explosión. Cuando estamos centrados en nosotros mismos, hacer demasiadas cosas a la vez nos parece una locura e instintivamente aprendemos a equilibrar nuestros platos para no romperlos. Sólo de este modo conseguiremos recuperar la salud y el equilibrio.
¿Cuántos platos eres capaz de apilar en el aire? ¿Los sujetas sin perder el equilibrio o apilas más de los que puedes sostener? Cuando tratas de hacer demasiadas cosas y juegas con demasiados platos, la vida se convierte en un circo. ¿Conoces la forma de encauzar tu vida y recuperar el equilibrio?
Meditaciones con los ángeles:
No permito que me desequilibren mis obligaciones y mis actividades
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