Tu vocación es amar a toda la humanidad y en ella a cada ser humano. Reconoce la dignidad humana en todas las personas y en cada una de ellas. Derriba las murallas de los prejuicios que te alejan, con desconfianza, de tus semejantes.
Construye puentes firmes de verdad y de amor que te comuniquen con los otros. Se produnte y cauteloso con los demás, pero no receloso y prevenido.
Acompaña a quien sufre el fracaso para animarlo a reiniciar su camino. Y refuerza, con tus aplausos, a quien ha alcanzado logros satisfactorios.
"Sólo amando de verdad, te realizas como persona. En caso contrario, no te realizas"
Marcela Stoppel Ortiz
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